En pareja, solteros, en sociedad… Lo que de verdad rejuvenece es el AMOR en cualquier relación que tengamos. El amor es una energía de altísima frecuencia que nos hace vibrar alto y sentirnos ligeros, como si flotásemos. Las energías de nuestras emociones continuamente pasan por nuestro ADN. La energía de las emociones relacionadas con el amor (el amor es la madre de todas las emociones positivas), afectan a nuestro ADN activando genes de protección y dotándolo de gran vitalidad. En eses sentido, cualquier relación personal, de pareja, familia, amistad, compañerismo, en la que esté presente el amor, nos rejuvenece. Pero veamos algunos datos:
Por un lado, según las estadísticas sobre longevidad, las personas que mantienen una relación de pareja buena y estable viven más y superan mejor las enfermedades que las que viven solas. Según los estudios, el cuidado y la atención que se recibe de la pareja facilita todo lo que conlleva una mejor salud: comer mejor, visitar al médico más a menudo, sentirse apoyado, afecto y cariño, compartir gastos y tareas… Una buena relación de pareja disminuye el estrés y fortalece al sistema inmunitario lo cual previene enfermedades.
Pero claro, resulta evidente que estar sol@, sin pareja, es mejor para la salud que una relación tóxica. Los estudios demuestran que las parejas infelices poseen un 35% más de posibilidades de caer enfermas y que viven una media de 4 años menos que los solteros!. Se sienten emocionalmente estresados de manera prolongada, esto debilita el sistema inmunitario y así aumenta la vulnerabilidad a enfermedades.
Suele decirse que más vale sol@ que mal acompañado. Por ello, además de invertir atención en cultivar la relación de pareja para disfrutar de la una felicidad rejuvenecedora preñada de longevidad, también conviene replantearnos la soltería de manera más contemporánea.
El antiaging implica un cambio de paradigma que afecta al propio ciclo de la vida de nacer, crecer, reproducirse/ criar a la prole y morir. En ese contexto, la soltería estaba mal considerada y quien se quedaba solter@ lo vivía como cierta forma de fracaso.
En la actualidad, la extensión y la calidad de la vida está aumentando llamativamente. En un mundo de «longevos en plenitud» la reproducción no es ya una prioridad. El ciclo de vida en los países desarrollados consiste más bien en nacer, crecer y evolucionar. La evolución es personal e intransferible y puede incluir la reproducción o no. Permanecer soltero es una opción que cada vez más personas eligen de manera consciente.
Estos nuevos solteros son hombres y mujeres entre 28 y 60 años que apuestan por un modelo de vida donde prevalecen los valores individuales. Se trata de profesionales exitosos, interesados por el bienestar, la salud, la estetica, el desarrollo y la proyección profesional y también por el crecimiento personal.
Tanto si tienes pareja como si estás solter@, la sexualidad juega un papel importante en el rejuvenecimiento y la longevidad. La sexualidad es una manifestación a nivel humano de la energía vital universal. Es una fuerza enorme y fabulosa capaz de crear la vida de un nuevo ser y/o re-vitalizarnos física y químicamente. Las hormonas, neurotransmisores y demás mensajeros moleculares que se generan son la autentica chispa de la vida y los fluidos con que culmina, la esencia de la misma. Sumamente antiaging siempre y cuando no genere adicción ni sea causa de sufrimiento para los que la practican ni para otras personas. Ello sería un error contraproducente, puesto que lo que se pretende con la relación sexual es alcanzar una experiencia de placer, gozo, satisfacción y bienestar, generadora de energía y vitalidad.
Por supuesto, en términos de salud y bienestar integral, practicar sexo «seguro», con la higiene y la protección adecuada, resulta indispensable. Esto incluye la elección del compañer@ amoros@: cuida con quien mezclas íntimamente tu energía física y química, es importante.
Y en general, para vivir más y mejor es muy recomendable cultivar las relaciones personales. Los estudios demuestran que interactuar con otros seres humanos aumenta la capacidad intelectual y disminuye el deterioro cognitivo asociado a la edad. Simplemente hablar con otras personas, relacionarse proporciona beneficios mentales y físicos. La recuperación de enfermedades es más rápida si hay contactos personales que si se está aislado socialmente.
Cultivar las relaciones humanas, la amistad y el afecto, no solo beneficia inmediatamente a nuestra salud, sino que además aumentan la resiliencia, esa capacidad del ser humano de sobreponerse a las situaciones difíciles de la vida. Vivir entre amigos, con nuestros seres queridos, sintiéndonos parte y compartiendo en familia o en grupo nos refuerza, nos hace felices y más longevos. Como alternativa interesante a la convivencia en familia, el co-housing (convivir con amigos en la madurez) para garantizar que se contará con ese soporte de atención, afectivo y también práctico de economía, logística, intendencia…
Así que, como estamos viendo, hay diferentes opciones para relacionarse saludablemente. En coaching nos gustan las opciones para que cada uno seleccione lo que más le conviene con la mayor consciencia ¿Cual es el denominador común en todas esas opciones para crear, cultivar y mantener relaciones armoniosas y felices sea cual sea nuestro estado? El denominador común es la autoestima, la relación amorosa que mantenemos con nosotros mismos. Esa es la más importante de todas, pues está en la base de todas las demás relaciones. Sin una buena autoestima, las otras relaciones se tambalean. Si no te amas a ti mismo sufrirás en las relaciones … Conviene invertir en autoestima. Es el secreto para gestionar cualquier relación y obtener bienestar, salud y longevidad en plenitud.
Dijo Oscar Wilde que «amarse a uno mismo es el comienzo de una historia de amor que durará toda la vida» Y es que no existen parejas felices, existen personas felices que hacen pareja, si quieren…
…La felicidad ENJUVENECE.
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