La energía del verano es energía yang, caliente y concentrada. El verano bulle con la energía pletórica y joven de la adolescencia. Aprovéchala y saca partido para tu disfrute, bienestar y rejuvenecimiento. Los dos maestros de ceremonias, el Sol y la Tierra, te ofrecen todo su esplendor. Recibe con agradecimiento lo que te regalan.
En este primer post del verano voy a presentarte los regalos que la Tierra te ofrece en esta estación. Del sol, sólo decirte que te prepares para recibir su poderosa energía en las horas apropiadas y tomando las precauciones adecuadas, así evitarás que vuestra historia de amor solar acabe en envejecimiento que deja huella.
Volviendo a la Tierra, aquí tienes los mejores vegetales y futas de la estación para que los conviertas en tus íntimos amigos antiaging estos próximos meses. Es el tiempo de remolachas, pimientos rojos, chiles, tomates, pepinos, calabacines, berenjenas, maíz, habichuelas… También de cerezas, arándanos, fresas, frambuesas, albaricoques, melocotones, nectarinas, paraguayas, higos, melones y sandías… Uvas hacia el final de la temporada.
Como ves, predominan los colores calientes, como las temperaturas… Evita el añadir más grados cocinándolos demasiado. Lo mejor, elegir nutritivas ensaladas variadas, gazpachos y otras sopas frías, jugos y zumos, agua de frutas y cocinar al vapor.
Completa cada plato con proteínas de buena calidad. Te sugiero los pescados azules ricos en Omega 3, el salmón y los mariscos rosados y rojizos, por su riqueza en astaxantínas un poderoso antioxidante, y las legumbres deliciosas también en ensalada, en combinación con algún cereal como arroz, quinoa o mijo.
Voy a mencionar con más detalle algunas de las joyas vegetales que te harán atesorar vitalidad y belleza en esta época del año.
Vegetales de verano antiaging
Las remolachas son increíblemente ricas en antioxidantes y fibra. Si no estás muy familiarizad@ con ellas, aprovecha este verano para darle una oportunidad a su sabor terrenal tan benefactor para el hígado y el sistema depurativo.
Supone una gran inversión incorporarlas a tu dieta por sus poderes antiinflamatorios y desintoxicantes del organismo. Aunque mis talleres de nutrición “detox” se realizan especialmente en primavera y otoño, por ser las mejores épocas para ello, la consciencia depurativa ha de estar presente en tu día a día y en cualquier época. Ayuda a tu organismo en las tareas de limpieza, proporcionándole nutrientes, como la remolacha, que facilitan esas tareas.
Puedes prepararlas crudas, asadas, hervidas, encurtidas… y tomarlas partidas en rodajas, juliana o rayadas en coloridas ensaladas, platos de pasta, salsas, sopas frías, jugos, batidos, etc.
Los pimientos rojos en forma de campana, son fabulosos por su sabor y su riqueza en vitamina C. Esta variedad, muy jugosa y crujiente, también da pimientos de color verde, amarillo y naranjas, aunque yo prefiero los rojos. Cuanto más maduros estén mayor concentrado de vitamina C y carotenos. Los distinguirás por ser más pesados y por su intenso color rojo, características que están indicando un extra de suavidad jugosa.
Tómalos crudos, asados, rellenos, en puré, en revueltos, mezclados en aliños, en finas rodajas para ensaladas, en tempura, con humus y otros dips…
Los pepinos, técnicamente una fruta, son hidratantes y refrescantes vegetales de verano. Consúmelos además de por su ligero y fresco sabor, porque te proporcionan un gran concentrado de lignanos, una clase de antioxidantes y polifenoles con probados efectos para combatir algunos cánceres y enfermedades cardiovasculares. También tienen propiedades anti inflamatorias y anti microbianas. Como la mayoría de los vegetales y las frutas, contienen gran cantidad de fibra que ayudan a que tu sistema digestivo se active, te proporciona sensación de saciedad por más tiempo y libera un constante fluido de energía en tu organismo. Lo dicho, una joya.
Prueba a poner rodajas de pepino, lima y unas hojas de menta fresca en una jarra de agua y verás que maravilloso sabor le aporta. Aparte de eso, puedes comerlo crudo en ensaladas, sopas frías (¡bendito gazpacho!), salsas, aliños, jugos y batidos, o como un rápido y ligero aperitivo.
Los calabacines, de suave carne blanca envuelta en piel verde o amarilla, todo ello comestible, resultan nutrientes en su contenido y muy versátiles en su preparación.
Cargados de vitaminas, fibra y algunos minerales, gracias a su contenido antioxidante ofrecen propiedades anti inflamatorias, anti cancerígenas y proporcionan protección antimicrobial. Ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre, combatiendo la diabetes y favorecen la salud digestiva.
Puedes tomarlos crudos, asados, hervidos, al vapor, gratinados, mezclado con otros vegetales asados, en sushi, humus, dips, sopas, aliños y salsas. Acompaña divinamente un bowl con cualquier cereal hervido como arroz, quinoa, cuscus, mijo…
Me encanta prepararlos en forma de “noodles” con un rayador especial. Cunden muchísimo y puedes cocinarlos como si fuera pasta pero con muchas menos calorías.
Frutas de verano antiaging
Las cerezas son enormemente ricas en antioxidantes y en vitamina C, por lo que está considerada una poderosa fruta y “superfood”. Se han estudiado especialmente sus propiedades para reducir el dolor, el daño y el estrés muscular. Se recomienda tomarlas antes, durante y al final del ejercicio físico para evitar agujetas, inflamación y ayudar a regenerar la musculatura. También ofrece beneficios en casos de osteoartritis e insomnio. Esto último lo explica su contenido de melatonína, la hormona que nos ayuda a dormir bien por las noches.
Mi recomendación en que las comas frescas, aunque también puedes conservar algunas congeladas para tener a mano cuando te apetezca improvisar un batido o un licuado como recuperación después de entrenar.
Las frambuesas, jugosas de sabor dulce con un puntito ligeramente ácido. Van cargadas de nutrientes y fibra. Su contenido en azúcar es menor que el de la mayoría de las frutas por eso son especialmente recomendables en caso de diabetes o en dietas baja en carbohidratos cuando no se desea sumar calorías. Además, estas preciosas frutillas, tienen el poder de combatir la obesidad aumentando el metabolismo de las grasas, gracias a uno de sus componentes, un fitonutriente llamado rheosmin (cetonas de frambuesa), que trabaja aumentando la actividad enzimática. Debido a su cantidad en antioxidantes y vitamina C, las frambuesas ayudan a combatir el cáncer. Contienen así mismo una alta cantidad de fibra, lo que favorece la digestión.
Resultan sabrosísimas frescas. Cómetelas enseguida ya que tienden a pasarse rápidamente. Si eso ocurre, y así no te apetece comerlas, congélalas y serán perfectas para añadirlas a un licuado, batido o sorbete refrescante en cualquier momento.
Las fresas, son una de mis frutas favoritas. Las que compré el otro día, venían de una huerta ecológica cercana a Madrid. Eran de un rojo brillante, tenían un increíble dulce supersabor y una textura extra cremosa por encontrarse en su perfecta madurez.
Los antioxidantes de las fresas han sido estudiados por sus beneficios cardiovasculares, debido a su habilidad para reducir la oxidación de la grasa en los vasos sanguíneos, reduciendo el colesterol, especialmente el LDL, y disminuyendo la presión sanguínea. Las fresas, regulan el azúcar en sangre, reducen la inflamación en el organismo y proporcionan beneficios anti cáncer. Como la mayoría de las frutas, las fresas, contienen gran cantidad de fibra lo que mantiene activo el sistema digestivo (de gran ayuda en casos de colitis ulcerosas y la enfermedad de Crohn’s), proporcionando sensación de saciedad por más tiempo y liberando constante flujo de energía en el organismo.
Además de saborearlas a solas, podrías mezclarlas con plátano en un batido delicioso o mojarlas en chocolate negro fundido o yogurt…
Y con este buen sabor de boca veraniego, me despido hasta pronto.
Recuerda que el verano es para disfrutarlo ¡Saboréalo! ¡Te quitarás años de encima!
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