Al coaching acuden gran variedad de personas para lograr muy distintos objetivos como dejar de fumar, escribir un libro, cambiar de trabajo, controlar el estrés, conciliar la vida personal con la profesional, montar un negocio, ponerse en forma, rejuvenecer… Cualquier objetivo personal o profesional que una persona se plantee conseguir y que sola le resulte difícil lograr.

Mi actividad consiste en entrenar a mis clientes para que estos consigan sus objetivos personales y profesionales. Para ello utilizo la metodología más rápida, potente y eficaz que se conoce en la actualidad para la obtención de resultados. Esta metodología es el coaching, un proceso de crecimiento personal en el que se trabaja con el potencial de las personas, para crear nuevas versiones de ellas mismas capaces de alcanzar las metas que desean conseguir.

Cuando empecé hace unos quince años, casi nadie sabía qué era el coaching. Han sido años de divulgación junto con otros compañeros pioneros y las organizaciones vinculadas a la profesión. Ahora casi todo el mundo sabe lo que es el coaching y lo que me toca explicar en charlas, congresos y medios de comunicación es qué es Coaching Antiaging y cómo llegue a desarrollarlo.

Todo empezó en mi consulta de coaching. Cada vez con mayor frecuencia empezaron a venir personas que se planteaban lograr objetivos relacionados con el rejuvenecimiento. Ello me llevó a diseñar un programa de coaching que tiene como marco de referencia un protocolo antiaging, es decir un conjunto de actuaciones de probada eficacia que trabaja de forma integrativa con el cuerpo, la mente y las emociones con el objetivo del rejuvenecimiento y la longevidad.

Los protocolos que ofrecen la medicina y la biología antiaging son cada vez más potentes y eficaces, capaces no solo de frenar, sino en muchos casos revertir la edad biológica por debajo de la edad cronológica. A ello se suman los avances de la tecnología, en permanente desarrollo. Estos programas de rejuvenecimiento son, como pude imaginarse, extensos y exigentes, difíciles de llevar a cabo con éxito si no se cuenta con entrenamiento profesional.

Se necesita una gran dosis de entusiasmo para llevar adelante un programa antiaging. Puede resultar pesado, se rompe la rutina, se dejan de hacer cosas que se han venido haciendo durante muchos años, da pereza, exige tesón y una gran confianza que quizá se venga abajo en un par de semanas, como tantas cosas que se han empezado y no terminado, buenos propósitos que quedaron por la mitad. Aquí es donde a mi me pareció que el coaching podía aportar valor añadido. Ello fue lo que me llevó a diseñar mis programas “Enjuvenece” y “Sabvia” para el rejuvenecimiento y la longevidad en plenitud de facultades físicas y mentales.

Desde entonces mi actividad se dedica mayoritariamente a entrenar a personas para lograr ese objetivo antiaging. No como un capricho anti-natura, sino como una consecuencia de la evolución a la que hemos llegado como seres humanos. En este sentido, dedicar atención, tiempo y recursos a conseguir rejuvenecer, nada tiene que ver con una moda frívola y superficial sino que constituye una filosofía de vida más consciente y feliz para personas que desean vivir muchos años en plenitud.

Mi intención, que hoy comparto contigo, es que el Coaching Antiaging juegue un importante papel en ese escenario. Mi intuición me dice que así será.

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